En la primera foto podeis ver un camping delante del que pasamos. A dos kilómetros de Aschach paramos a comer en un restaurante "de bicis". A lo largo de la ruta suelen haber restaurantes donde las bicicletas se amontonan y los ciclistas paran a comer o a tomar un refresco. En nuestro caso paramos porque estaba diluviando y necesitábamos recuperarnos un poco del chaparrón que nos cayó encima. Como podeis ver no pude resistir la tentación de probar la famosa tarta Sacher que me supo a gloria.
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